Si está habiendo un gran culebrón político este verano, éste es sin lugar a dudas el de la financiación autonómica, o dicho de otra forma más simple, el de la muy difícil tarea de ponerse de acuerdo todos de cuánto dinero irá a cada comunidad autónoma en los próximos tiempos.
Todo comenzó con la publicación de las balanzas fiscales, que para el que no lo sepa, no se trata de otra cosa que de la diferencia que existe entre lo que cada comunidad aporta al conjunto del estado y lo que recibe de éste.
Como en todo sistema de impuestos de cualquier sociedad moderna existe una tendencia a la redistribución de la riqueza, es decir, que los que más ganan son a su vez los que más pagan impuestos. Como consecuencia de esto, es fácil adivinar que en el caso de España y sus territorios, son las comunidades más ricas las que aportan más al conjunto del estado. Éstas son: Cataluña, Madrid, Valencia e Islas Baleares.
Existen, no obstante, dos excepciones: País Vasco y Navarra. Ambas disfrutan de un sistema financiero diferente (el famoso cupo), por lo que, a pesar de ser dos de las comunidades más ricas, su aportación al conjunto es mucho más bajo, siendo prácticamente igual a lo que recibe.
Cataluña se mira en el espejo de País Vasco y Navarra, y quiere por todos los medios aportar menos dinero al conjunto del estado. Por ello, fue el máximo defensor de hacer públicas las balanzas fiscales entre comunidades autonómas para aumentar así la presión en favor de su objetivo.
Como consecuencia de esta presión política y mediática, Lluís Suñé y Joan Puig, dos personas a las que políticamente se les podría definir como basura y que desde luego no representan al conjunto de los catalanes, sacaron los pies del tiesto. El primero, por instar a apadrinar niños extremeños por 1.000 euros, y el segundo, por llamar mal nacidos a los extremeños por no agradecer la solidaridad catalana.
En definitiva, la publicación de las balanzas fiscales me parece que ha sido un grave error, ya que, perjudica notablemente los intereses andaluces. En la campaña electoral anterior, los andalucistas ya avisaron y pusieron el grito en el cielo tras la aceptación por parte de Manuel Chaves de la publicación de dichas balanzas.
Pienso que el presidente de la Junta de Andalucía pecó de ingenuo y sumiso al pensar que la publicación no sería usada mediáticamente por el gobierno catalán en pro de sus intereses. Una vez más Manuel Chaves no actuó como Presidente de Andalucía sino como presidente del PSOE.
Villa Alegría