Todavía estoy con la desagradable resaca electoral de hace una semana. Se me nota en el ánimo y en las pocas ganas que tengo de hablar de política (hecho insólito, pero cierto). No obstante, durante todo este tiempo no he parado de pensar en las causas del hundimiento y en el futuro del andalucismo. Mis reflexiones, por lo tanto, van evolucionando, y las que expongo a continuación pueden considerarse como una foto fija de éstas a día de hoy.
La primera y más evidente causa del hundimiento es el bipartidimo imperante. A los dos grandes partidos les interesa eliminar del mapa a los partidos pequeños para poder así engordar sus resultados. Para ello han recurrido a casi cualquier cosa, o mejor dicho, a casi cualquier tipo de boicot.
Los medios de comunicación, siempre afines al PP o al PSOE, han sido los grandes cómplices e impulsores del bipartidismo. Las disputas entre Zapatero y Rajoy han colmado cualquier discusión o debate electoral. Y todo a pesar de que la diferencia ideológica entre un partido u otro no es excesivamente grande. El resto de partidos políticos han sido claramente discriminados. Nuestra democracia está podrida...
Otra causa importante ha sido la coincidencia de las elecciones andaluzas y generales (también de dudoso "espíritu democrático") que ha hecho ocultar casi por completo el debate andaluz, y por lo tanto, ocultar los grandes problemas de Andalucía para favorecer así a los intereses del gobierno del PSOE. Chaves piensa que para que un problema no exista, lo mejor, es no hablar de él.
Otro problema digno de mención es el escaso espacio electoral del andalucismo, o dicho de otra forma, la escasa conciencia de Pueblo o conciencia nacional andaluza. Aun así, según las escuestas, aproximadamente el 20% de los andaluces se siente más andaluz que español o sólo andaluz, y sin embargo, el procentaje de votos de Coalición Andalucista no ha llegado al 3% ¿por qué sucede esto?
A mi juicio la gran causa del hundimiento de Coalición Andalucista ya venía de antes de su propia existencia. La errática trayectoria política del Partido Andalucista llena de vaivenes ideológicos, pactos interesados y luchas cainitas ha hecho despretigiar la marca 'andalucista' hasta el punto de transmitir mucha desconfianza e incoherencia al ciudadano.
Coalición Andalucista fue un gran invento, pues con ella se alcanzó la tan deseada unión del andalucismo y se transmitió un mensaje coherente y sensato. Su precipitado nacimiento, a escasos meses de las elecciones, sin duda también influiyó negativamente en el resultado electoral. No hubo tiempo material en dar a conocer el nuevo proyecto y en dar credibilidad al mensaje que se estaba lanzando. En definitiva, la gente seguía sin creer en lo que decían los andalucistas.
Todo ahora es demasiado confuso e incierto. Lo único seguro es que recuperar la confianza de los ciudadanos dando un mensaje claro, contundente y coherente tiene que ser la misión y el objetivo de todos los nacionalistas andaluces a partir de ahora, sin abandonar la unidad.
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