Foto: Greenpeace
El barco panameño 'New Flame' partió de Nueva York en dirección al puerto turco de Isdemir. El 12 de agosto, a su paso por el Estrecho de Gibraltar, colisionó con el petrolero 'Torm Gertrud' quedando por ello encallado cerca de Punta Europa, en aguas gibraltareñas.
Foto: Grupo Joly
Durante estos cuatro meses los gobiernos de Gibraltar, Andalucía y España han condenado al olvido y a su propia desidia la situación crítica del 'New Flame'. Y todo a pesar de las numerosas advertencias de las organizaciones ecologistas (Ecologistas en Acción, Verdemar y Greenpeace, fundamentalmente).
Foto: Grupo Joly
Basados en informes técnicos, los ecologistas ya avisaban de la inminente ruptura en dos del barco, y por lo tanto, de los vertidos y del desastre ecológico que conllevaría. Mientras tanto, las administraciones miraban hacia otro lado y el gobierno gibraltareño seguía callado.
Foto: Grupo Joly
Ante la pasividad de Gibraltar, y a pesar de los malos augurios, el gobierno andaluz no pudo, supo o quiso presionar a los gobiernos gibraltareño, británico y español para evitar el desastre. Quizá sea porque el espítritu reivindicativo de Manuel Chaves y su equipo sólo lo saben usar cuando se trata de defender los intereses de su partido político.
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