Eran rojos españoles, republicanos, exiliados. Echaron a los nazis de Francia, ganaron la segunda guerra mundial y no les sirvió de nada, pero no te preocupes, lo normal es que no lo sepas. Nadie lo sabe, y eso que eran muchísimos, casi treinta mil. Y sin embargo, nunca salen en las películas de Hollywood, ni en los documentales de la BBC. Salen las putas francesas, que se ponían cianuro en la vagina, y los panaderos, que envenenaban las baguettes, pero ellos no, ellos nunca. Porque si salieran, los espectadores se preguntarían qué pasó con ellos, para qué lucharon, qué les dieron a cambio... Y aquí no digamos, aquí es como si nunca hubieran existido, como si ahora molestaran, como si no supieran dónde meterlos... En fin, es una historia injusta, fea, una historia triste y sucia. Una historia española, de esas que lo echan todo a perder.
Raquel hablando de su abuelo a Álvaro.
Almudena Grandes. EL CORAZÓN HELADO.
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