"Andalucía aprobó recientemente su nuevo Estatuto. Para nuestro pueblo
el disponer de instituciones propias de autogobierno se ha traducido en
un avance en el terreno económico, cultural, educativo, social y
político.
También es cierto que la autonomía andaluza no ha respondido a
todas las ilusiones y expectativas que marcaron el inicio de nuestro
proceso autonómico. Nuestro anterior Estatuto no se cumplió en su
integridad y el nuevo puede seguir por los mismos derroteros, con las
consecuencias que ello conlleva a la hora de hipotecar nuestro
autogobierno y el crecimiento económico.
En el actual debate de configuración del Estado Español, fruto de
las reformas estatutarias emprendidas desde diferentes comunidades, se
está acentuando la tendencia histórica del privilegio a las Comunidades
ricas del norte y a la siempre bien tratada Comunidad de Madrid.
Asistimos a una serie de reformas legales que apoyan la continuidad de
un Estado Asimétrico y a la aprobación de presupuestos generales que
financian esa tendencia.
En esta situación las aspiraciones de Andalucía por alcanzar el
nivel medio de desarrollo y prestación de servicios del Estado, se ven
seriamente comprometidas. Andalucía pertenece a un Estado que reclama
políticas de cohesión y convergencia en la Unión Europea pero que
desarrolla políticas de asimetría y privilegio en el interior.
En este contexto el electorado andaluz está dejando de tener en
cuenta a las fuerzas políticas nacionalistas y apuesta cada vez más por
el voto a opciones estatales. La explicación a este fenómeno,
claramente manifestado en las últimas elecciones municipales, no se
puede atribuir a una supuesta miopía política del pueblo andaluz y hay
que buscarla en la trayectoria del nacionalismo andaluz o andalucismo
desde la transición hasta nuestros días.
La historia de rupturas, escisiones y expulsiones continuas, uniones
y desuniones, ha acabado deteriorando la confianza de los andaluces en
sus fuerzas nacionalistas y por lo tanto se ha traducido en la perdida
de apoyo electoral. En esta historia de desencuentros cada fuerza
política tiene su cuota de responsabilidad, si bien no todas la misma.
El panorama político descrito con anterioridad hace necesario que
ahora más que nunca que Andalucía disponga de opciones políticas
propias, que puedan defender con plena autonomía y convencimiento las
aspiraciones e intereses de nuestro pueblo.
Todas las fuerzas políticas andalucistas deben de hacer un esfuerzo
de generosidad, para construir un espacio político nacionalista en el
que se aúnen voluntades e iniciativas que permitan al pueblo andaluz
depositar de nuevo su confianza en el andalucismo político. Para esto
no sirve hacer simples llamamientos a integrarse en tal o cual fuerza
política y conviene sentarse a dialogar para buscar un formula política
que permita la unidad de acción de todo el andalucismo. Hay que ser
imaginativos y aprender de otras experiencias que han tenido éxito en
otras Naciones del Estado. Es necesario un espacio político que tenga
traducción electoral, en el que puedan incorporarse partidos,
asociaciones culturales, colectivos y personas independientes.
Para tarea es imprescindible iniciar un diálogo sin condiciones de
personas o de siglas, para hacer posible una alternativa política
nacionalista con traducción y fortaleza no solo en le panorama
institucional, sino también en el mundo de la cultura, en el sindical,
etc.
En ningún caso se trata de hacer desaparecer partidos ni de absorber
a colectivos, al contrario se trata de construir desde nuestra
diversidad de organizaciones y desde el acuerdo en cuestiones políticas.
La idea de esta nueva alternativa andalucista parte de la
reivindicación de la política como una tarea noble, como compromiso y
como una implicación desde la izquierda para hacer efectiva la Libertad
y la Igualdad.
Es necesario iniciar un debate sobre las bases políticas de esta
nueva alternativa, tanto en los que se refiere a sus planteamientos
ideológicos y programáticos, como de su forma de concurrencia
electoral. Como primeros puntos de encuentro y diálogo se proponen los
siguientes:
• Profundización democrática: Ley electoral con relación directa
elector/elegido, garantizando la proporcionalidad. Potenciación del
Parlamento. Descentralización institucional, comarcalización y
potenciación de los entes locales. Participación, audiencia pública,
núcleos de intervención ciudadana. Regeneración de la vida política.
Financiación transparente de los partidos. Pluralismo de los medios de
comunicación públicos. Derechos políticos y reconocimiento social para
la mal denominada "extranjería". Pleno impulso de la Unión Europea
federal, económica y social. Debate cultural y papel crítico de los
intelectuales.
•Reforzamiento social: Universalización y mejora de las prestaciones
públicas. Enseñanza y sanidad como paradigmas. Políticas activas de
empleo. Trabajo socialmente útil, formación , reducción de la jornada y
ganancia de tiempo libre. Igualdad de las mujeres, en horarios,
retribución y circuito laboral. Mundo rural, poder vivir "en la
tierra".
•Conciencia Nacional: Andalucía como una Nación en un proceso
federal en el Estado español y en la Unión Europea. Estatuto
desarrollado al máximo , reconocimiento de Andalucía como Nación y
suficiencia financiera. Reforma de la Constitución.
•Ecología: Asumir los retos de nuestro tiempo entre los que se
encuentra el calentamiento global del planeta. Este grave problema hace
que caminemos inexorablemente hacia nuestra destrucción, dejando
mientras rastros terribles de pobreza y caos a escala planetaria.
Entendemos objetivo prioritario de la izquierda el luchar contra el
capitalismo salvaje en su vertiente más destructiva.
Desde el PSA presentamos este documento al todas las fuerzas
políticas, sociales y culturales del ámbito nacionalista andaluz, con
la esperanza de que todos entendamos que ha llegado el momento de
llegar a un Compromiso por Andalucía."
Carta remitida por el
PSA a organizaciones como Convergencia Andaluza, Asamblea Andaluza, Los
Verdes de Andalucía, el Partido Andalucista (PA), el Colectivo de
Unidad de los Trabajadores (CUT), el Sindicato de Obreros del Campo
(SOC), el Centro de Estudios Históricos de Andalucía (CEHA), La
Verdiblanca y el Ateneo Republicano de Dos Hermanas, entre otros.
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