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Sé que muchos diréis que estoy enfermo o que soy un friki, pero es que no tenéis idea de los que disfruto en días como los de hoy, es decir, en días en los que hay elecciones, o como es en este caso, días en los que se celebra un referéndum.
Supongo que será casualidad, pero es que no recuerdo ni un sólo día de elecciones en los que no hiciera un tiempo perfecto y el sol no brillara en su máximo apogeo. El ambiente siempre es animado, lleno de abuelos, jóvenes y de familias que van con sus hijos pequeños a ejercer su derecho al voto.
Disfruto cogiendo la papeleta y el sobre. Nunca uso la cabina, no me importa que la gente sepa lo que voto, al revés, me gusta que alguien vea mi opción. Siempre he tenido la creencia - no sé si absurda - de que si alguien me ve escogiendo una determinada papeleta, es posible que se anime a coger la misma, o al menos, a considerar esa opción. Después me pongo en la cola y echo el sobre a la urna.
El resto del día espero con ilusión a que sean las 8 de la tarde. Siempre estoy atento a la radio y a distintas cadenas de televisión para conocer los resultados de las encuestas de estimación de voto y los datos definitivos.
Días como los de hoy los disfruto desde chico y no creo que eso cambie nunca. En definitiva, me lo paso bomba.
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