Llevo todo el día de hoy con un incesante cabreo. Ni siquiera la nieve caída en Sierra Nevada es capaz de quitarme esta sensación amarga que me produce pensar que en mi país la justicia es un cachondeo. Hoy me siento abochornado de ser español. Sé que no es políticamente correcto pero así lo siento. De Juana Chaos, preso político, va a morir en una cárcel del estado español. Antes de preso político fue asesino. 25 veces asesino. Fue juzgado y encarcelado, y cumplió condena. El estado de derecho, en caso de existir, debería haberlo dejado en libertad. La presión de los partidos políticos, presionados a su vez por la población civil hizo que se tomasen unas medidas judiciales fuera de toda razón, y lo que es peor, unas medidas judiciales injustas. Claramente injustas pero nadie se paró a protestar. Nadie se paró a protestar porque nadie quiere ponerse del lado de los etarras, nadie quiere verse acusado de ser cómplice de este señor. Yo hoy lo hago. La justicia española ha tenido un comportamiento aberrante. El estado español se ha comportado como un estado fascista, ha movido toda su maquinaria para cercenar las libertades civiles de un individuo. Esa es la definición de fascismo. Sólo queda confiar en batasuna para que contenga a la izquierda abertzale y no se suba otro peldaño de odio y violencia, pero claro, confiar una gente que lleva demostrando tanto tiempo su completa inutilidad para influir en el comportamiento de su propia gente raya lo absurdo. (Se admiten insultos en los comentarios)

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