Esta semana el jefe superior de la policía de Andalucía occidental, Jesús Enrique Álvarez Riestra, dio una conferencia en Sevilla referida a los 'canis'. Lo primero que habría que decir es que, tal y como hemos podido comprobar muchas veces, allá donde vayamos hay 'canis'. Es, por lo tanto, un fenómeno que se da en toda Andalucía, y que según la zona, se denominan de una forma u otra. En Huelva, por ejemplo, se denominan 'burracos', en Cádiz 'angangos' y en Málaga 'hichis'.
A continuación os mostraré un estracto del artículo que apareció en el 'Diario de Sevilla' en el que jefe de la policía describe a estos sujetos:
(...) tienen entre 15 y 25 años, visten ropa y calzado de marca del que hacen ostentación, el pelo rapado estilo cantante de 'Prodigy' –tipo cenicero, gomina en el flequillo y de punta la base–, visera de colores claros, gafas pastilleras y objetos de oro o plata, con preferencia por cadenas con medallones de sus equipos favoritos o de la imagen de Camarón de la Isla.
La movilidad se las confiere los ciclomotores, en los que van montados dos o incluso tres, siempre sin casco, y tiene una jerga al estilo de los pasotas. Así llaman a las chicas que les gustan 'burracas', saludan con un acento característico y tiene expresiones como 'illo, no me comas el talento'. En definitiva, Álvarez Riestra indicó que son los más chulos del barrio, tunean las motos –la última moda es ponerles altavoces– y se conocen por motes; piden cigarros, insultan y gritan en la calle para llamar la atención.
"No son nada nuevo, son los antiguos pandilleros de barrio que ahora se trasladan a zonas de la ciudad a dar rienda suelta a su frustración". A su juicio, se trata de jóvenes que delinquen en los fines de semana pero tienen trabajo a diario, fijo o temporal, o son estudiantes fracasados". "Los canis individualmente no valen nada, no se atreven y aprovechan la superioridad numérica", afirmó.
"Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado poco podemos hacer para eliminar la existencia de estos grupos pero sí para evitar los daños que producen", aseguró para afirmar que son extremadamente sensibles a la actividad policial. "La tolerancia cero les afecta sobremanera y cuando notan nuestra presencia prefieren ir a otros barrios o quedarse en los suyos", expuso. Como veis, la policía los tiene bastante bien identificados, cosa que tampoco es muy difícil. Pero lo que sí es cierto es esta gentuza siguen delinquiendo, y siguen 'echándonos' de los sitios de marcha nocturna. La sensación del resto de jóvenes es de que existe total impunidad.
Como veis, la policía los tiene bastante bien identificados, cosa que tampoco es muy difícil. Pero lo que sí es cierto es esta gentuza siguen delinquiendo, y siguen 'echándonos' de los sitios de marcha nocturna. La sensación del resto de jóvenes es de que existe total impunidad.
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